Que Sandra Barneda es una excelente presentadora de La Isla de las Tentaciones no es ninguna novedad, y lo es más aún por la capacidad que tiene para empatizar con los concursantes y con sus historias de amor y desamor. Siempre tiene un consejo que dar o una reflexión que compartir, y muchas veces habla desde la experiencia personal.
Eso mismo le ha sucedido en el último debate de La Isla de las Tentaciones, cuando se han podido ver las imágenes de Elena desmayándose en la hoguera. Unas imágenes impactantes a raíz de la deslealtad de David, que no han dejado indiferente a nadie en el plató.
Una reflexión personal
La presentadora no ha dejado pasar la oportunidad para reflexionar acerca del desamor. Dirigiéndose a la madre de Elena comentó Sandra, "A tu hija se le rompió el corazón, estaba rota, creo que podemos empatizar todos, incluso el padre de David porque, ¿a quién no nos han roto el corazón? De una manera o de otra y lo mal que se pasa, en ese momento tu hija está derruida, no sabe lo que está sintiendo ni lo que está pensando, solo está rota."
Marta Peñate tomó entonces la palabra para decir que cuando era más joven y cómo con esa edad "te piensas que se te va a ir el mundo y eso lo tienes que aprender a superar y gestionar con el tiempo". Barneda contestó a la colaboradora "Que te rompan el corazón no es un tema de edades" para después continuar con su reflexión, "Creo que te pueden romper el corazón a los 20, a los 30, a los 40 porque el amor es tan bestia que es como el corazón, un musculo que se recupera, te vuelves a enamorar, te vuelven a romper el corazón y te tienes que volver a levantar, pero en ese momento en muy jodido", ha explicado Sandra Barneda.
Lo cierto es que las palabras de Sandra parecen venir de la experiencia personal, ya que cuando acabó su relación con Nagore Robles, ya explicó cómo se sentía a Emma García en Fiesta, "Todos nos hemos roto por amor. Cuando te rompes, te rompe la vida, es verdad que rasga esa parte en la que todos nos ponemos la coraza. Te das cuenta de que para vivirla intensamente también hay que aceptar el sufrimiento y la tristeza, y hay que atravesarla. Te recompones aceptándolo. Aceptas que existe una ruptura, que te rompan el corazón y que forma parte del aprendizaje de la vida. Aprendes transitando en esa tristeza y sabiendo que, después de llorar, vendrá otra cosa pero que hay que llorar", dijo intentando contener las lágrimas.