Un suceso inesperado irrumpió en la cobertura de Telecinco mientras un equipo de 'Vamos a ver' se encontraba en Fuente Álamo, Murcia, para documentar una rave ilegal que ha causado revuelo en la zona. El reportero Paco Ballesta se vio envuelto en un enfrentamiento con asistentes del evento, generando momentos de tensión en plena transmisión.
La fiesta, conocida como 'la fiesta de la libertad', ha atraído a miles de personas y se prevé que continúe hasta después de la festividad de Reyes, sumando un estimado de más de 15,000 participantes. La situación ha generado debate y controversia, siendo etiquetada como una "tradición navideña" por algunos y considerada como una invasión a un recinto privado por otros.
El equipo de 'Vamos a ver' pudo hablar con algunos asistentes, quienes describieron la atmósfera como amigable y aseguraron que no representaban peligro ni molestia para nadie. Sin embargo, el tono cambió cuando un grupo de participantes comenzó a increpar al equipo de Telecinco, exigiendo que dejaran de grabar.
Momento intenso
La tensión creció rápidamente mientras Ballesta intentaba mantener la calma, solicitando que no obstaculizaran su trabajo ya que estaban transmitiendo en vivo. Las peticiones fueron ignoradas por algunos asistentes, lo que llevó al reportero a perder la compostura y elevar la voz: "¡A mí no me toques chaval! ¡Ni me toques!", exclamó en medio del tumulto, mientras desde el plató se pedía mantener la calma.
La situación se intensificó hasta que la conexión se cortó momentáneamente. A pesar del altercado, el equipo pudo retomar la transmisión más tarde y logró entrevistar a una asistente dispuesta a compartir su opinión.
Este episodio evidenció la complejidad de cubrir eventos de este tipo, donde las opiniones divergentes y las tensiones entre los medios y los participantes pueden generar momentos de confrontación. La naturaleza controvertida de la rave ilegal ha desencadenado debates sobre los límites de la libertad en eventos masivos y el respeto a la labor periodística en situaciones de tensión como la vivida por el equipo de 'Vamos a ver'.