La granja de Pesadilla en el Paraíso cierra sus puertas de forma precipitada, acortando muchísimo las semanas que suelen durar este tipo de programas y con ello también se pone fin a la aventura como presentadora de Nagore Robles.
"Estoy muy tristona no quiero dejar ni Jimena de la Frontera ni 'Pesadilla en el Paraíso', no quiero que esto acabe jamás", dijo Nagore en su última conexión desde las tierras gaditanas. Es que a pesar de haber aún cinco concursantes, Mediaset y Telecinco han metido el sprint para celebrar la final del reality mientras ya promociona la nueva edición de 'Supervivientes'.
Al terminar la gala, Nagore Robles ha querido cerrar la granja con unas bonitas palabras. "Han sido 38 días, 11 concursantes, más de 100 personas del equipo, un pueblo entero, Jimena de la Frontera, que se ha volcado con su cariño y hospitalidad y han hecho que todo salga de forma exquisita. Todo en la vida tiene un final y hoy cerramos el del paraíso. Pero cuando una puerta se cierra se abre un recuerdo, porque eso siempre estará vivo dentro de nosotros".
Lo que más le ha costado
Pero ya con la vista puesta en el recuerdo, la presentadora ha reconocido en un video cómo ha sido su experiencia al frente del reality. “Pasar de colaboradora a presentadora, ha sido una auténtica experiencia, creo que de las mejores que he tenido en mi vida profesional y personal. Me vine el año pasado y esta primera etapa de este año he aprendido muchísimo. Controlándome también muchísimo, mis nervios, mis opiniones que me ha costado mucho no decirlas en muchos momentos”.
Expresó luego su opinión sobre la diferencia entre colaboradora y presentadora, “Se ven a los concursantes de otra manera muy distinta, es más difícil estar cerca de ellos, ver cómo se esfuerzan, sus incapacidades, la falta de cariño, de calor, de hambre, de cariño, de familia, para mí ha sido una experiencia maravillosa. Ser colaboradora es fantástico, pero ojo, ser presentadora no está nada mal, espero volver a repetir”, deseó Nagore.