Tras romper con Laura Casabela en la hoguera final de la quinta edición de 'La isla de las tentaciones', Mario González retomó su relación con Sheila González, la madre de su hijo Hugo, que tiene cuatro añitos.
Hasta que Laura habló de Sheila en el programa, nadie sabía de ella, y sus comentarios para defenderse en las redes sociales la sacaron del anonimato. Ahora desde que está de nuevo con Mario González acapara cada vez más protagonismo mediático, sobre todo a través de su canal de Mtmad, “Mi Momento”.
Su cambio de look
Lo último que ha compartido con sus seguidores ha sido un cambio de look radical. En el día de los enamorados invita a todos a acompañarla junto con Alberto Duarte para un cambio total de look, y espera que le guste a Mario González, que dice ser anti cambios de look. Pero antes aprovecha el video para arremeter contra Fani, por las declaraciones que hizo acerca de la relación de Sheila y Mario. Y de paso también explica que no tiene ninguna relación con Alejandro al margen de ser muy buenos amigos, pero nada más, en relación a que dicen haberlos visto salir juntos de una discoteca.
Luego llegó el momento de su transformación en la peluquería, aunque admite antes que “nos tienen que querer por lo de dentro no por lo de fuera”. El peluquero de Alberto Duarte, explica que le va a aplicar a Sheila una técnica de color muy demandada en el salón, se trata de un peinado bicolor, al que le añaden unas extensiones para no tener que teñir todo el pelo.
Cuando Sheila ve el resultado sólo puede decir, “pero si parezco una Barbie”. El resultado es más que elegante con dos colores de rubio, uno más claro y otro de fondo más oscuro, con ondulaciones en la parte frontal. “Estoy flipando con mi cambio de look, a ver qué opina Mario. He quedado para comer con Mario y voy a grabar su reacción a ver qué le parece”, pero por la respuesta de él al verla no lo parece, la verdad, “¿qué eres Cruella de Vil, o qué? Te queda mazo de mal. Si parece que llevas peluca, así que venga, vete a cambiarte otra vez.” Casi nada, aunque la verdad es que Mario se ve que no habla del todo en serio.