Cristóbal Soria es de esos tipos que los madridistas no soportan ver pero con todo lo que supone eso a veces llega a caer hasta simpático. Se debe a que su personaje parece creado únicamente para hacer el ridículo cosa que parece no importarle para nada.
De hecho, en muchas ocasiones ha hecho unos pronósticos que le han hecho arrastrarse hasta la cueva más cercana para evitar el ridículo. Él mismo es el único culpable de sus penas pues tiene la lengua muy larga y la dignidad muy corta.
Famoso es su discurso hacia Zinedine Zidane o su desconfianza hacia el Real Madrid en las Champions obtenidas de los últimos años. No hay parangón en España de un tipo que le importe tan poco enfrentarse al ridículo.
Menos mal que en el programa hay tertulianos que le intentan poner los pies en la tierra. Caso famoso es el de Tomás Roncero que no duda en cerrarle la boca. Es gracioso sin embargo verlo con cara de pocos amigos ante los triunfos merengues.
También le ha pasado factura meterse con Carlos Henrique Casemiro o preguntar por dónde está CR7, eso sí, antes de que el Real Madrid ganara cuatro Copas de Europa en cinco años. También en el último año no le ha ido muy bien lo que le ha valido más de un disgusto.