Desde que hace unos meses salieran a la luz unas imágenes de Kiko Hernández junto al actor Fran Antón, el colaborador ha pasado a ser parte de la actualidad de Sálvame, su programa. Desde ese momento, el colaborador fue diana de comentarios, informaciones y preguntas de sus compañeros, aunque el que fuera concursante de Gran Hermano siempre se ha mantenido firme en su versión: "Somos amigos".
Perseguidos en Melilla
Pero lo cierto es que ahora se les ha visto pasando unos días en Melilla juntos para celebrar parte de las fiestas y fin de año, eso sí, intentando evitar a las cámaras constantemente. Y es que las vacaciones del colaborador se han visto comprometidas por la presión mediática a la que está siendo sometido desde su propio programa. Y es que un equipo de Sálvame se ha desplazado hasta la ciudad autónoma para seguir de cerca a la pareja.
Hasta tal punto ha llegado la situación que tras pasar tres días encerrados en casa del cuñado de Fran en una tranquila urbanización de Melilla y tras no pisar la calle durante dos días, Kiko Hernández, según un testigo del programa de Telecinco, para evitar a la prensa, el colaborador de Sálvame habría intentado ocultarse de las cámaras escondiéndose en el maletero del coche, durante su traslado a un hotel.
Al parecer, ambos se dirigían al lugar donde se estaba hospedando el equipo de Sálvame para buscar a las personas que les han seguido durante estos últimos días. Esta información ha dejado boquiabiertas a María Patiño y Adela González que, en honor a su compañero, han comenzado Sálvame Limón dentro de un vehículo que ha llegado a las instalaciones de Mediaset con las presentadoras metidas en el maletero. "Estoy impactada", ha declarado la presentadora de Socialité.