Tras la muerte de Isabel II del Reino Unido su hijo, el hasta ahora Príncipe de Gales, se ha convertido en nuevo rey. Mucha gente conoce sus historias amorosas, pero quizá menos conocido es el amor del monarca por el medio ambiente.
En 2021, antes del jubileo de platino, la reina secundó a su primogénito en una propuesta ambientalista. Entonces, la Casa Real británica informó: “La reina se unió a la iniciativa del príncipe de Gales para la primera plantación de árboles”, en ocasión de los 70 años de su reinado. Este rasgo ha perfilado el carácter de Carlos III desde su juventud. Desde entonces ha manifestado su compromiso con el medioambiente, la naturaleza y las causas climáticas.
50 años obsesionado
Carlos III es el que ha subido al trono con mayor edad (73 años). Durante todos estos años muchos elementos de su carácter han podido cambiar, pero hay algo que no ha disminuido con el paso del tiempo: su preocupación por el medio ambiente. Prueba de ello es el discurso ecologista que pronunció en febrero de 1970, con tan sólo 21 años, en el que expresó su alarma por la creciente cantidad de residuos plásticos que contaminaban el entorno.
Son muchas las declaraciones y actuaciones públicas y privadas de Carlos III en defensa del medioambiente. En 1986, reconvirtió su granja de Highgrove House en un lugar de cultivo orgánico. Según The Telegraph, el Aston Martin del príncipe Carlos, un regalo de cumpleaños de la reina, ahora funciona con biocombustible elaborado con excedentes de vino inglés. Mientras tanto, se asegura que sus Jaguars, Audis y Range Rovers funcionan con aceite de cocina.
A nivel institucional han sido numerosos los discursos y las iniciativas que ha desarrollado en los últimos 50 años, aunque por ser la más reciente cabe resaltar el proyecto “Terra Carta”, o “Carta de la Tierra”, un escrito al estilo de la Carta Magna. Un plan a 10 años para el que ha instado a los líderes de la industria empresarial a que se comprometan a ser más ecologistas y que para ello destinen 7.800 millones de euros a lo que ha llamado «capital natural», que se destinará al medioambiente. Un “plan de recuperación” hacia la sostenibilidad, para dar derechos y poner en valor la naturaleza.