Una de las cosas más famosas de la política española desde la Transición es sin duda el bigote del ex presidente del Gobierno José María Aznar. De él se han escrito miles de páginas intentando averiguar si lo que había bajo ese pelo era carne o una ficción. Pero nada más lejos de la realidad, Aznar no escondía nada, solo juventud, que fue lo que ganó tras coger la cuchilla y hacer desaparecer uno de los looks más populares de nuestro país.
La decisión la tomó allá por 2009 y no se sabe si respondía a un arrebato de estilo o una decisión meditada tras largo tiempo. Lo cierto es que desde que llevara a cabo el afeitado parece mucho más joven y fueron muchas las mujeres que describieron su nueva imagen como mucho más sexual.
Y es que José Mari es todo un caballero moderno, de los que cuida su cuerpo, su outfit y por supuesto su cara. Se dejó crecer el bigote desde muy joven cuando en España los hombres se sentían más varoniles con un buen mostacho, pero aquellos tiempos ya quedan muy atrás y Aznar no podía quedarse estancado en un tiempo en el que los trajes y las corbatas empezaban a desaparecer de la política.
En el cambio está la virtud pues a pesar de tener una clara ideología conservadora y tradicional su estilo es cada vez más progre, divertido y juvenil. Desde que su mujer hiciera gentes con el famoso café en la Plaza Mayor, la pareja tomó una actitud vanguardista que le ha acompañado hasta nuestro días. Ahora José Matía Aznar no puede viajar sin sus cuchillas para no dejar ni rastro de bigote y devolver su imagen al pasado.