Adolf Hitler fue sin duda el hombre más rico de Europa cuando estuvo al frente de Alemania, en eso los historiadores están de acuerdo, pero lo más difícil es saber con exactitud a cuánto ascendía la fortuna del dictador en el momento en que se quitó la vida en el búnker de Berlín, en 1945, ante la inminente derrota del Tercer Reich en la Segunda Guerra Mundial.
La fortuna del dictador
Si atendemos únicamente a los ingresos “públicos” que tenía el dictador nazi, obtuvo un salario como canciller de Alemania, otro como Presidente de Alemania, la combinación de ambos cargos fue lo que le convirtió en Führer, con un salario mensual de apenas 1.500 marcos alemanes (unos 5,500 dólares en la actualidad). Además estaban los ingresos que percibió por su libro Mein Kampf, pero también lo que ingresaba por cada conferencia que daba, y lo que cobraba a su propio partido por los derechos de su imagen.
Tras su llegada al poder, en 1933, el comandante tomó la decisión de donar su libro Mein Kampf a todos los recién casados. El gobierno, entonces, tenía que pagar para adquirir las obras y distribuirlas. Esta fue la artimaña que hizo millonario al dictador. Hitler llegó a ganar hasta 1 millón de marcos al año tan solo en derechos, y no pagaba ni un solo centavo de impuestos ya que se declaró exento. Hasta 1945, se donaron más de 10 millones de ejemplares.
Al margen de todo eso el estado le proveía de todas sus necesidades personales (alojamiento, manutención, vestimenta, desplazamientos, protección y escolta, asistentes y secretarias, etc). Por otro lado disponía a su gusto de la caja del partido nazi, y recibía multitud de regalos y donaciones personales tanto de seguidores como de empresarios agradecidos. En cuanto a propiedades, Hitler tenía tres bien conocidas: un departamento en Múnich, una villa en la misma ciudad y una mansión en los Alpes austríacos, conocida como Berghof, básicamente era un palacio de 13 habitaciones tapizado de pinturas, esculturas y tapices tomados de museos de todo el mundo durante los ataques nazis.
En 2005 el historiador Cris Whetton escribió un libro sobre la fortuna de Hitler, estimando su fortuna en torno a 1.100 millones de marcos, equivalentes a unos 5.500 millones de euros actuales. Una parte significativa de este dinero estaba invertida en bienes inmobiliarios, otra en obras de arte, aparte de lo oculto en cuentas suizas o entre las montañas y fondos de los lagos que no se ha vuelto a recuperar.