¿Cuál es la compra más surrealista de Pedro Sánchez?

La primera compra de Pedro Sánchez te dejará impactado: está a la altura de su Gobierno

16 de Noviembre de 2022
¿Cuál es la compra más surrealista de Pedro Sánchez?

Pedro Sánchez no deja indiferente a nadie. El presidente del Gobierno ha sorprendido a todos en más de una ocasión. Lo ha hecho en situaciones más o menos importantes. Una de ellas es la primera decisión que hizo nada más llegar a la Moncloa.

Cualquiera se puede imaginar que la decisión del líder del Ejecutivo de España sea poner en marcha un plan energético 100% o legislar de alguna manera. Sin embargo, en su libro "Manuel de Resistencia" dejó clara su primera medida y sorprendió a todos los españoles.

Lo cierto es que el libro fue todo un éxito. Según él, ha llegado a ganar unos 16.666,66 euros de beneficio, por lo que podemos decir que ha pulverizado las ventas. 

La compra más surrealista de Pedro Sánchez

Si no la sabes, vas a quedar alucinando. Aparece prácticamente al principio del libro y en otras cosas no, pero aquí ha sido sincero, demasiado tal vez: "Siendo fiel a la verdad y a la cronología, debo decir que mi primera decisión como presidente del Gobierno la tomé con mi mujer, Begoña, porque las cuestiones de intendencia se anteponen a casi todo. Esa primera decisión fue renovar el colchón de la cama de matrimonio y pintar nuestra habitación del Palacio de la Moncloa. Decidimos no cambiar nada más, salvo colchón y pintura, por razones que entiende cualquiera que haya vivido en un piso amueblado. Además, el refranero asegura que "dos que duermen en el mismo colchón acaban siendo de la misma opción".

Según información facilitada por 'OkDiario', no compró uno, sino dos. Asimismo, si lo sumamos a un cabecero que también adquirió, un sofá modular de tres plazas  y una cama infantil con cajones y colchón, el concepto asciende a un total de 3.466 euros.

De tal modo, que nada más llegar a La Moncloa, el socialista lo que hizo fue comprar un colchón. Parece ser que en el que dormía Mariano Rajoy no le gustaba o no le parecía del todo cómodo. Realmente, surrealista, valga la redundancia.

 

Etiquetas: