Brad Pitt se compró una nueva casa. Lo hizo no hace mucho. Exactamente en verano del presente año. Está ubicada en la preciosa ruta turística del Big Sur californiano. La propiedad corresponde a una mansión diseñada por Charles Summer Green, entre 1918 y 1922, que parece un pequeño monasterio similar a las misiones españolas que poblaron California.
Es una villa inaccesible. Está escondida entre abruptos riscos en la privilegiada población californiana de Carmel-by-the-Sea, muy cerca de la exclusiva localidad Pebble Beach, el área residencial más cara de Estados Unidos, incluido el famosísimo Beverly Hills, donde viven celebrities planetarias como Clint Eastwood, que tiene una casa de diseño en Bel Air.
Tiene unas vistas espectaculares y acceso a una pequeña playa rocosa privada, ya que solo el propietario dispone de esta zona de paso, a no ser que se llegue a través del mar.
La casa de Brad Pitt, un auténtico lujo
La entrada a la finca está caracterizada por un bonito arco de piedra y por una puerta de madera de doble hoja, que deja entrever el gran arbolado de esta propiedad, por la que Brad Pitt ha pagado la friolera de cerca 40.000.000 €.
La zona natural que ha elegido Brad Pitt es una preciosidad. Se trata de un área con acantilados, vegetación de sotomonte y pinares centenarios.
Desde el interior de la casa no podemos afirmar mucho, aunque gracias a esta publicación podemos ver como el océano marca el ritmo de la mansión centenaria. Los enormes ventanales, que incluyen un cómodo banco para perder la mirada en la inmensidad, ofrecen la luminosidad necesaria a la vivienda. Por su parte, todas las habitaciones se sitúan en la planta baja.
Para concluir, hay que afirmar que Brad Pitt es un amante de la arquitectura y en parte por esto habrá escogido esta propidad. Mal gusto, evidentemente, no tiene