El tenista mallorquín arrastra una lesión de grado 2 en el psoas ilíaco de su pierna izquierda, desde el pasado mes de enero. Una baja de 6 a 8 semanas se ha convertido en indefina teniendo que tomar la decisión de no participar en varios de sus torneos favoritos, Conde de Godó, Open de Madrid, Roma y ahora su torneo fetiche, Roland Garros.
Esta lesión ha provocado que el balear haya anunciado la decisión de que el año que viene será su última temporada, y jugará los torneos que más le han marcado, para lo cual este año ya no se plantea volver al circuito con el objetivo de recuperarse plenamente para la temporada de su despedida.
La nueva casa de Nadal y su familia
Las lesiones, la edad, pero también la familia con un niño pequeño de pocos meses, podrían haber sido los motivos de la decisión del mejor tenista español de todos los tiempos. Pero lo cierto es que para cuando decida terminar su carrera, el mallorquín se acaba de terminar de construir una mansión de 7.000 metros cuadrados en la parte más alta de Porto Cristo, en el municipio natal del jugador, Manacor.
La casa a la que podrán mudarse en verano, cuenta con un amplio jardín, una gran piscina, y vistas al mar Mediterráneo. Está compuesta por dos edificios conectados de dos plantas y un sótano. El primero se ubica en un extremo, junto a la piscina y el jardín, mientras que el segundo está en un lateral entre la entrada y los edificios principales.
Unos edificios que además poseen unos amplios ventanales con diversas terrazas, desde las que disfrutar de las vistas del mar y del puerto de la localidad. La casa ha sido diseñada por el arquitecto mallorquín, Tomeu Esteva, tiene las fachadas y cubiertas de una tonalidad gris pálida, en contraste con las paredes de las terrazas, recubiertas de un mármol de tonalidad más oscura y pátina más brillante.