Hace unos días ha salido a la luz el acuerdo prematrimonial que Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo firmaron allá por el año 2017. Un acuerdo que en ese momento era (y es) de lo más beneficioso para Georgina, pero que a día de hoy, se puede considerar casi como secundario.
Por consejo del representante de Cristiano Ronaldo, y con el objetivo de salvaguardar el patrimonio del jugador en caso de ruptura de la pareja, ambos firmaron un acuerdo prematrimonial, justo cuando Georgina estaba embarazada de la pequeña Alana Martina y hacía poco más de un año que conocía a Cristiano Ronaldo.
La revista portuguesa ‘TV Guia’ ha publicado que en caso de ruptura el futbolista debía pasarle 100.000 euros al mes como pensión vitalicia, y pasaría a ser para ella la casa de La Finca que compartían cuando vivían en Madrid y que es la que utilizan cuando vienen a España. Además, desde el programa portugués ‘Noite de Estrelas’, también han desvelado que Georgina se ha convertido en la madre de los gemelos Eva y Mateo (nacidos de vientre de alquiler), al menos aseguran que así reza en el registro, aparte de ser madre biológica de Alana Martina y Bella Esmeralda.
Tiene su propio imperio económico
Ese acuerdo data del 2017, cuando apenas llevaban un año juntos. Desde entonces, Georgina se ha forjado su propio imperio económico, por lo que, incluso sin ese acuerdo, podría ser autosuficiente sin Cristiano Ronaldo a su lado. En cuanto al patrimonio inscrito a su nombre, tiene el 50% de una casa en La Finca, distinta a la que residen. Además tiene dos propiedades en un pueblo de Girona, adquiridas antes de la pandemia, en las que por ahora no ha construido nada. Por otro lado, la empresa ‘Insparaya Hair Medical Clinic SL’, la clínica de injertos capilares de Cristiano, consta en el registro a su nombre, y su pareja es dueña del 50% de las acciones.
Pero Georgina también se ha fraguado una carrera como modelo, influencer y empresaria desde que está con el jugador, así tiene su propia marca de ropa deportiva llamada OM by G. Además, obtuvo grandes ganancias con su documental de Netflix, del que hay dos temporadas. Sin olvidar los 50 millones de seguidores por los que monetiza sus redes sociales, siendo su cuenta de Instagram por la que podría cobra alrededor de un millón de dólares por cada publicación pagada. Por otro lado, colabora con marcas como Chopard o Alo Yoga, Grazia, Men's Health, Glamorous, y Yamamay; Además de protagonizar portadas de Vogue y La Gazzetta dello Sport. Un patrimonio con el que poco tiene que temer a una posible ruptura con el astro portugués.