Thomas Gravensen llegó al Real Madrid con la intención de reforzar el centro del campo de un equipo que contaba en sus filas con Zinedine Zidane, Ronaldo, Raúl, Beckham, Sergio Ramos y una larga lista de estrellas.
Sin embargo, el fichaje de este futbolista danés parecía no ser el más apropiado para seguir añadiendo estrellas a aquel escaparate que la prensa deportiva pronto definiría como Galáctico. Gravensen a pesar de ser un tipo simpático no estaba entre ese elenco de futbolistas.
Tras colgar las botas buscó nuevos caminos que le hicieran cumplir sus sueños. Fue entonces cuando viajó a la ciudad más famosa de Nevada, a Las Vegas, donde se entregó al que es también uno de sus deportes favoritos, el póquer.
Hace algún tiempo el diario británico The Sun contaba cómo le iba a Thomas Gravensen quien jugó también en el Everton. Fue entonces cuando se supo que había ganado alrededor de 100 millones de dólares jugando al póquer, una cifra que llevó consigo muchos lujos.
Ahora vive en una lujosa barriadas de la Ciudad del Pecado junto a su novia, la modelo checa, Kamilia Persse. Ambos tienen de vecinos a leyendas del deporte como André Agassi y del cine como Nicolas Cage.