El Espai Barça es el proyecto de transformación de las instalaciones del FC Barcelona en el distrito de Les Corts de Barcelona y el Estadi Johan Cruyff en la Ciudad Deportiva Joan Gamper.
El proyecto incluye la remodelación integral del Camp Nou, la construcción de un nuevo Palau Blaugrana, un Campus Barça que implicará toda la reordenación del entorno y la construcción del Estadi Johan Cruyff en la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Además contará con edificios complementarios para el desarrollo social y económico del Club, como un edificio de oficinas principales, un hotel y oficinas externas.
Una obra faraónica para la que Joan Laporta y su junta directiva han conseguido por fin la financiación económica necesaria para poder acometerla. En total ha encontrado inversores, con los bancos de Goldman Sachs y JP Morgan a la cabeza, para un crédito de 1.450 millones de euros, el cual, excepto los intereses generados por la operación, no empezará a pagar hasta que las obras del estadio hayan concluido.
Las cifras se disparan
El problema es que un crédito hay que devolverlo, y ahí empieza la ingeniería financiera. El club ha firmado un interés del 5,53%, y tendrá 30 años para reembolsarlo, a razón de 94 millones de euros al año, por lo que el total de la operación al día de hoy la cifra que tiene calculada el club asciende a un total de 2.820 millones de euros. Todo ello sin contar con la posibilidad de refinanciar deuda.
La estructura del crédito se sustenta en tres tramos de devolución. Uno primero, a cinco años vista, por el cual el Barça deberá abonar 583 millones. Otro a medio plazo, entre 7 y 9 años, por el cual se devolverán otros 477 millones. Y un tramo final a largo plazo, de entre 20 y 24 años, por un montante total de 390 millones. A todo ello hay que sumar un interés medio del 5,53%. Según han explicado en la rueda de prensa, el club piensa sacar el dinero de los ingresos que genere el Espai Barça, reservando para ello 100 millones al año sobre una estimación de ingresos de 347 millones anuales. Lo dicho, ingeniería financiera.