El Real Madrid disputaba este jueves en el Wizink Center, el segundo partido de los playoffs de la Euroliga frente al Partizán de Belgrado. En el primer partido disputado el martes, los de Zeljko Obradovic se habían impuesto a los de Chus Mateo en un final de partido apretado. La afición esperaba con ganas este encuentro para tratar de igualar la eliminatoria.
Entre los que se acercaron al recinto de la calle Goya, estuvieron compañeros de club, como Raúl González técnico del Castilla, Vinicius y Fede Valverde del primer equipo de fútbol, o ex compañeros como Usman Garuba, actual jugador de los Houston Rockets de la NBA.
El Partizán fue muy superior a un Madrid que fue a remolque todo el partido. En un primer cuarto con una defensa calamitosa del conjunto blanco, el Partizán se hizo con una ventaja de diez puntos tras anotar la friolera de 31 en los primeros diez minutos de encuentro. Al descanso se llegó con una ventaja en el marcador de 16 puntos, que plasmaban la superioridad del equipo serbio
Los merengues salieron enfurecidos en el tercer cuarto, y consiguieron reducir la ventaja a tan solo 5 puntos, pero Obradovic supo manejar las piezas y el Partizán volvió a coger pronto más de diez puntos de ventaja, jugando con la ansiedad del Real Madrid y con la falta de ideas en ataque y en defensa.
Pero el resultado, 80-95, es lo de menos después de lo que se vivió a falta de un minuto y cuarenta segundos para acabar el partido. Una falta de Llull a Punter que se fue hacia él. A partir de ahí el caos, todos contra todos, de los 24 jugadores, 21 expulsados, Lessort tirando a Musa al suelo agarrándolo por el cuello, Yabusele haciendo una llave de judo a Dante Exum, espectáculo lamentable.