Fue la época en la que los jugadores que llegaban a Madrid se pensaban que iban a ganar con solo ponerse la camiseta, fue el caso de los Drenthe, Robinho y una larga lista que acabó con todas las aspiraciones del Real Madrid a los títulos. En una entrevista con FourFourTwo el holandés se sinceraba.
Al parecer en la mansión de Robinho en Madrid había un sótano que poco se parecía a los de una casa normal. Más bien era un lugar secreto donde hacer fiestas a lo grande donde participaban un gran número de jugadores del Real Madrid entre los que estaban el propio Robinho y Drenthe.
Así se reflejó en el campo pues el Real Madrid no daba pie con bola y la gran proyección que tenían tanto el brasileño como el holandés se vio truncada. El amor a las fiestas cortó en seco unas carreras con las que muchos hubieran soñado solo con la oportunidad que se les presentó.
En esa entrevista el ex lateral del Real Madrid reconocía haber tenido una gran relación con el brasileño pues era un habitual en la mini discoteca improvisada que había montado el carioca. Allí bebieron y bebieron, rodeados de chicas y de amigos hasta perderse en un mundo que superaba en infortunio al fútbol.
Poco mostraron a su paso por el Real Madrid y tampoco tuvieron una carrera exitosa a su marcha de la capital de España. Ambos se fueron diluyendo hasta perder el sentido que les hizo un día soñar con ser futbolistas de élite.