El futbolista italiano Antonio Cassano se hizo famoso en España por ser un tipo de costumbres que iban desde la comida abundante y las chicas en exceso. Así pasó sin más pena que gloria por nuestro fútbol aunque no por nuestras discotecas. El delantero ex del Real Madrid disfrutó de muchos excesos en la capital de España aunque la broma no duró tanto como a él le hubiera gustado.
Cuenta la graciosa anécdota de que tenía un camarero amigo. Su obligación era subirle tres o cuatro croissants después de haber tenido sexo. El método consistía en quedar en la escalera y hacer el cambio, el camarero se llevaba a la chica y él se quedaba con los dulces. "En Madrid, inmediatamente después de llegar perdí 12 kilos, luego llegó Cannavaro y los volvi a ganar.
En el Real Madrid, Nutella era uno de los patrocinadores y cada mes nos regalaban cinco kilos del producto", comenzó revelando provocando la risa de sus compañeros. "Al llegar Capello hice dos goles en dos partidos y me sentía el rey del mundo. Me sustituyó en el primer tiempo ante el Lyon, me pelee con él en Jerez y me sacó del equipo. En siete meses gané 14 kilos, comía la Nutella directamente desde el bote, a cucharadas, y todo me daba igual. Daba asco", añadió.
Y es que el italiano era otra persona en su despedida, los abusos con el alcohol, la comida y la poca implicación profesional le hicieron tirar su carrera deportiva por la borda. Pudo elegir entre la comida y el fútbol, pero quedó claro que además de la comida prefirió las mujeres cosa que lastró el resto de su vida.