Uno de los nombres propios más importantes de los últimos tiempos en el Real Madrid ha sido, Luka Modric. Un futbolista que a día de hoy es reconocido a nivel mundial y alabado por su calidad futbolística con la que ha ganado todo lo posible con el club más exigente del mundo y del cual, ha labrado con arduo trabajo, su nombre como leyenda absoluta de este.
Un Modric desconocido llega al Madrid
La llegada de Luka provocó muchas opiniones dispares por parte del círculo madridista y, principalmente, en la afición del club que no terminaba de ver un fichaje ‘ilusionante’ con el croata que llegaba desde la Premie League, concretamente del Tottenham Hotspur, donde tuvo una trayectoria notoria, pero nada parecido a lo que le esperaba en el club blanco.
Las críticas del antimadridismo tampoco se hicieron esperar, pues inmediatamente trataron al fichaje del croata como una ‘cortina’ o, para algunos medios barcelonistas, ‘para tapar vergüenzas’ el cual levantó múltiples reacciones a pesar de no ser un fichaje ‘bomba’ y que, a la larga, terminaría siendo uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Los logros del croata
Luka formó parte de la segunda etapa más gloriosa en la historia del club merengue, donde junto a jugadores como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, Toni Kroos, Casemiro, etc. Levantaron al cielo la friolera cantidad de cinco Champions League, de las cuales ganaron TRES de manera consecutiva, marcando una hegemonía europea sin precedentes desde que se originó el formato ‘Champions’.
Además de dichos trofeos, en las competiciones domésticas también fue importante para el club y, junto a su equipo, consiguió TRES ligas locales, DOS campeonatos de Copa del Rey, CUATRO Supercopas de España, etc.
Y su logro más importante, sin duda, fue, tras conseguir instaurar a su selección, Croacia, en la gran final del mundial de Rusia 2018 contra Francia, logró entrar en el selecto libro de los jugadores ganadores del Balón de Oro y que, le demostró al mundo a través de trabajo en silencio y mucha dedicación que las críticas y burlas sólo nutren a los futbolistas y que, a la larga, terminan por demostrar su calidad en el terreno de juego.