Los años 70’s se caracterizaron por muchas “explosiones” en varios temas culturales, como la música, el cine y otros muchos temas. Pero uno de los que más huella ha dejado ha sido el fútbol, en concreto, el fútbol de selecciones que vivió uno de los momentos más álgidos para algunas selecciones como Argentina, quien en el año 1978 levantó en casa la que sería su primera Copa del Mundo, así como Alemania volvía a coronarse como campeón en 1974, ambos con una particularidad; se enfrentaron al mismo rival.
Durante estos años, una selección se alzó en dos ocasiones como una de las serias candidatas para hacerse con la Copa del Mundo y proclamarse como una de las mejores selecciones de la historia, a pesar de no conseguir dicho título y que, a día de hoy, siguen lejos de conseguirlo, la Holanda de Michels y de Johan Cruyff.
El origen de la “Naranja Mecánica”
Johan Cruyff era, sin ningún tipo de duda, el mejor jugador del mundo en aquella época, un futbolista completamente diferencial y con un estilo de juego que dotaba de dinamismo y calidad a cualquier equipo en el que jugaba. Su paso por clubes como el Barcelona sólo demostraba que era capaz de escalar hasta lo más alto del fútbol mundial en aquellos años y su sueño era claro, ganar un mundial para su país.
Rinus Michels, otro de los principales responsables de crear una máquina para jugar al fútbol, entrenador que se volvió icónico tras su paso con el Ajax de Ámsterdam y que, a su llegada con la selección de Holanda, se encargó junto a Cruyff de llevar a los neerlandeses a dos finales consecutivas del mundo.
El nombre de “Naranja Mecánica” surge a partir de la equipación que, hasta día de hoy, utiliza la selección holandesa, con un naranja muy tosco y característico en contraste con tonos oscuros como el negro y que, debido a su juego tan agresivo en cuanto a la presión que ejercían en campo rival que, en aquel momento, revolucionó al fútbol por completo y que los hacía ver como una maquinaria perfecta y engrasada.
La decepción holandesa
Tras llegar a dos finales del mundo de forma consecutiva y, desgraciadamente, perder ambas contra todo pronóstico, la selección de Holanda ha dejado de ser lo que fue en aquellos años salvo por momentos específicos de la historia, como en el mundial del año 2010 donde se enfrentaron a España en la final y, nuevamente, terminaron perdiendo.
A día de hoy, la selección neerlandesa representa más por su historia que por su nivel futbolístico con sus más recientes eliminaciones en el pasado mundial de Qatar 2022 ante uno sus más prolíficos verdugos, Argentina; y la última eliminación que han tenido ante Croacia en las semifinales de la UEFA Nations League que deja a la deriva el futuro de una selección que, hace varias décadas, era candidata a ganarlo todo.