El que fuera niño prodigio del tenis se encuentra en una cárcel británica cumpliendo una condena de dos años y medio por ocultar bienes millonarios. El ex tenista fue trasladado desde la prisión de Wandsworth, a la cárcel de Huntercombe para cumplir una sentencia de dos años y medio de cárcel por ocultar activos y préstamos por valor de unos tres millones de euros para evitar así pagar sus deudas, que ascendían a 60 millones de euros.
El periódico sensacionalista alemán 'Bild', citando a una fuente cercana a Becker, ha publicado que el ex tenista, que tiene ahora 54 años, se dedica a hacer ejercicio con regularidad en el gimnasio de la prisión. Este nuevo estilo de vida le ha hecho perder ya ocho kilos de peso. Además, ha hecho un numeroso grupo de buenos amigos durante los meses que lleva privado de libertad.
Becker también aprovecha el tiempo trabajando como asistente junto al entrenador de la prisión en materia de fitness y psicología, aprovechando su experiencia como antiguo número uno del tenis mundial. El alemán ejerce de profesor para unos 45 reclusos en materia de fitness, nutrición y gestión de crisis en la prisión.
Gimnasio, yoga y meditación
Becker también instruye a otros presos en un "tipo especial de yoga y meditación. "Como deportista, conoce muy bien los altibajos de las victorias y las derrotas". Al parecer, el puesto que ocupa el alemán está relacionado con un programa de bonificación que se lleva a cabo en esta prisión de baja seguridad, en la que los presos pueden obtener privilegios adicionales.
Huntercombe se utiliza para detener a los delincuentes procedentes del extranjero, lo que indica que Becker, que ha vivido en el Reino Unido desde 2012, probablemente será deportado del país al final de su sentencia. Su abogado alemán, Christian-Oliver Moser, declaró a 'Bild': "Nuestro cliente, Boris Becker, sigue estando bien en estas circunstancias y se ha integrado de forma constructiva en la vida cotidiana de la cárcel.