Los asaltos a las viviendas de los famosos no cesan. Pese a que las fincas son enormes, valoradas en millones de euros y protegidas con innumerables medidas de seguridad, los ‘cacos’ tienen sus planes bien estudiados y son capaces de colarse y lograr su objetivo.
Los ataques que llevan a cabo suelen ser muy violentos. En ocasiones utilizan rehenes para lograr sus objetivos. Golpean a los inquilinos, les amenazan, todo con el fin último de salir airosos y con un buen botín en sus bolsas.
En otras ocasiones optan por el sigilo, el tradicional ‘ladrón de guante blanco’, tratando de no alertar a nadie y salir de la zona antes de poder ni siquiera ser visto.
El último que ha sufrido un asalto en su lujosa mansión ha sido el futbolista del Manchester City, Jack Grealish. El jugador se encontraba lejos de su vivienda, concretamente en Liverpool. Y es que a la hora del asalto, el Manchester City estaba jugando en Goodison Park contra el Everton.
Esto demuestra también lo estudiado que tenía el golpe la parte criminal. Sabía que a esa hora no estaría el futbolista en su mansión. No obstante, con lo que quizás no contaban es que esa vivienda no estaba sola.
Pudo acabar mucho peor
Hasta 10 familiares de Jack Grealish se encontraban en la vivienda del futbolista en el momento del asalto. Según ha informado ‘The Sun’, estaban en ese momento en la finca de Grealish sus padres, su abuela, sus dos hermanas y su hermano, además de su prometida y otros amigos.
Todos habían quedado allí para poder ver el partido entre el Everton y el Manchester City. Al escuchar los ladridos de los perros, que no cesaron en ningún momento, se alertaron y subieron a la planta de arriba.
Allí se encontraron todo patas arriba. La policía no tardó en acudir al lugar del crimen, aunque no pudo cazar a los cacos. Nadie resultó herido, pero los allí presentes si que se llevaron un buen susto.
Según se ha sabido, el botín robado ronda el millón de euros entre joyas y relojes de lujo, sobretodo.