Donald Trump se pone de perfil y saca su versión más pura. Ha logrado lo que sus analistas pronosticaban: convertir su imputación en rédito político para su campaña. Por eso, el pasado domingo, suplicó a su mujer, Melania, que apareciera con él en público y posaran juntos: "Te necesito porque vamos a hacer campaña".
El expresidente de los Estados Unidos ha sido imputado de 34 delitos por el presunto soborno a la actriz porno Stormy Daniels, a la que pagó por su silencio para que no hiciera pública la relación que mantuvieron.
Después, se declaró no culpable de los cargos. Ahora prepara motores para la carrera a las presidenciales, por lo que sabe que necesita la ayuda de su mujer: "Realmente te necesito para esto".
Ante el caso Stormy, Melania se ha mantenido callada. Un silencio que se interpreta como dignidad y honor. En toda esta situación, a Trump no le queda otra que rogar a su mujer. Ella accedió, pero tuvo que suplicárselo.
También se conoce que está obligada a aparecer con su marido en público dos veces al mes por contrato. Si contextualizamos esta escena, Donald Trump está reconstruyendo su imagen social y política. Otra cosa es que Melania aparezca con él por contrato.