El centrocampista uruguayo del Real Madrid, Fede Valverde y su pareja, la argentina Mina Bonino, están esperando su segundo hijo. Ahora el embarazo se ha convertido en una dulce espera, pero meses atrás la pareja pasó momentos de verdadero pánico.
Una historia angustiosa
Durante la semana 13 de embarazo los médicos le informaron de que su bebé tenía "una trisomía incompatible con la vida". Se hizo nuevamente la prueba y también un ADN fetal que tiene un mínimo margen de error, pero el resultado fue el mismo y el pronóstico muy malo.
“Ahí empezó la pesadilla porque el pronóstico era muy malo”, además tuvieron que esperar durante tres largas semanas los resultados de las nuevas pruebas a las que se había sometido, lo que les condujo a una fase de duelo en la que cada día que pasaba disminuían sus esperanzas. Solo les mantenía con fuerza la posibilidad de que "la trisomía la tuviese la placenta" y el bebé fuese cromosómicamente normal. Afortunadamente, así fue.
En el mes de febrero, Mina en su cuenta de twitter por fin pudo confirmar que el embarazo seguía adelante con toda normalidad. "Hace poco salió una noticia que había perdido un embarazo. No fui capaz de desmentirlo, porque era lo que creíamos que sucedería. Era incompatible con la vida. Nos preparamos durante un mes para lo peor. Cómo el embarazo estaba muy avanzado teníamos que confirmarlo con la prueba", "Después de haber llorado un mes entero, de haber hecho un duelo, mientras tenía en la panza a mi segundo hijo, ayer nos llegó la noticia menos pensada: El bebé está bien. Todo es normal". Una noticia que explica la celebración de Valverde en los dos goles que ha marcado en la final de clubes haciendo el gesto del chupete.
Ahora ya de casi siete meses, Mina, Fede y su primer hijo Benicio de tres años, esperan con ilusión la llegada del nuevo miembro de la familia. Como muestra de ello, la última subida a las stories de la periodista donde se puede ver al pequeño Benicio acostado sobre la barriga de su madre, escuchando los latidos del bebé. Una imagen de los más tierna que deja atrás los malos ratos sufridos.