Victoria Federica y Pablo Urdargarin son dos de los nietos más mediáticos del rey Juan Carlos I. Ambos apenan superan la veintena de edad, pero sus carreras ya se han separado por completo. Mientras que una es la fiel representante de la generación Z y del joven perfil de influencer que viene pegando fuerte, el otro va camino de convertirse en una estrella del deporte. Son primos, pero son la noche y el día, por lo que han separados sus caminos.
En el caso de ella, cabe decir que desde que cumplió los 18 años su popularidad ha ido en aumento y dejó claro que quiere hacerse un hueco en el sector de la moda. Su primer gran contrato como modelo lo firmó con Hoss Intropía. Además, le da un gran uso a las redes sociales y es que su actividad en cambió radicalmente en el 2021, un año clave porque tomó la decisión de abrir sus redes sociales al gran público.
Asimismo, tiene un trato con la prensa bastante nulo, puesto que nunca concede declaraciones a los medios de comunicación, a excepción de las revistas para las que hace reportajes que suelen ser portada. No se siente cómoda siendo el centro de todas las miradas.
Pablo Urdargarin, la cara opuesta de la moneda
Pablo Urdargarin es deportista, como lo fue su padre. De él ha heredado la pasión por el balonmano y con trabajo y sacrificio está convirtiéndose en un jugador muy a tener en cuenta. Es todo un ídolo y cada vez que hace un desplazamiento con el Barça de Balonmano recibe el cariño del público.
Este, a diferencia de su prima, habla con la prensa muy de vez en cuando y siempre de una manera correcta. Además, otro aspecto que no comparte es que él tiene privada su cuenta de Instagram, puesto que parece que se dirige solo a su círculo más íntimo de seguidores, entre los que se encuentra Victoria Federica.