A pesar de que realizó exitosos trabajos anteriormente, Tom Holland se ha convertido en la estrella de Hollywood que es hoy en día gracias a su fichaje por Marvel, tras recoger el testigo de Andrew Garfield y convertirse en Spiderman.
Después de su debut como Peter Parker en 'Capitán América: Civil War', el actor protagonizó su primera película en solitario en el 2017, 'Spiderman: Homecoming', a la que seguirían 'Far From Home' y 'No Way Home'. Además de, por supuesto, las inolvidables 'Vengadores: Infinity War' y 'Vengadores: Endgame'.
Este fichaje podría haberse producido antes si a Tom Holland no le hubiera dado un ataque de risa en el peor momento.
Se avergüenza cuando lo recuerda, pero no esconde que estuvo cerca de obtener un papel en la franquicia más importante del cine. Si estás pensando en Star Wars, has acertado.
Antes de convertirse en Spiderman, Tom tuvo la oportunidad de postularse para un importante personaje en la nueva trilogía de Star Wars que comenzó en 2015 con 'El despertar de la fuerza'. El actor la recuerda como una de las peores audiciones de su vida.
Según explicó el propio actor, antes de su audición ya había realizado cuatro o cinco, por lo que la cosa parecía ir en serio. Su personaje: Finn, que finalmente iría a parar a John Boyega.
"Me sentí muy mal", recuerda Holland. "Porque ella estaba esforzándose mucho en ser un doride o drone convincente o como sea que los llamen. Y sí, obviamente no me hice con el papel. No fue mi mejor momento".