Kim Kardashian ha pagado un pastizal por una joya de Lady Di

La empresaria estadounidense dobló el valor de salida y llegó hasta los 200.000 euros por el colgante en forma de cruz de amatista de la princesa.

20 de Enero de 2023
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Kim Kardashian es la nueva propietaria de la prestigiosa Cruz de Attallah, un colgante de amatista y diamante que lució en más de una ocasión la princesa Diana de Gales, la primera esposa del rey Carlos III. La empresaria estadounidense participó en la subasta llevada a cabo por la casa Sotheby’s y dobló el precio de salida del colgante, llegando a desembolsar finalmente una cifra cercana a los 200.000 euros.

La pieza cuenta con 11 amatistas de talla cuadrada rodeadas por diamantes de talla circular de 5,25 quilates.  Perteneció a Naim Attallah, un escritor y empresario británico-palestino que la compró en la década de los 80 en la joyería Garrard, que la había creado mucho antes, en los años 20. Amigo de la princesa Lady Di, Attallah se la prestó en varias ocasiones y la prensa de Reino Unido apunta a que era una de las joyas favoritas de Diana junto a las tiaras y el anillo con el que Carlos le pidió matrimonio.

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Raramente llegan al mercado joyas que la difunta princesa Diana poseía o usaba, en especial una pieza como la Cruz Attallah, que es tan colorida, audaz y divertida”, expresó feliz Kristian Spofforth, portavoz de la casa Sotheby’s. Después de que el mazo determinara que la ganadora de la subasta era Kim Kardashian, Spofforth lo celebró: “Estamos encantados de que esta pieza haya encontrado una nueva vida en manos de otro nombre mundialmente famoso”.

Diana de Gales lució esta joya en una gala benéfica celebrada en 1987 en apoyo a la organización Birthright, para la protección de los derechos durante el embarazo y el parto. Por aquel entonces la llevó colgando de una larga cadena y sobre un vestido de terciopelo creado por Catherine Walker. Lady Di no volvió a aparecer con ella en público, aunque sí hay voces que aseguran que la lució en diferentes eventos cuyas imágenes no han visto la luz.

Desde su muerte en 1997 ninguna persona de la casa real británica se ha atrevido a lucirla, a pesar de la afición de Kate Middleton y Meghan Markle por los homenajes a Diana. “Es una pieza de joyería audaz por su tamaño, color y estilo que lanza un mensaje vibrante, ya se de fe o de moda o, de hecho, de ambas cosas (...). En alguna medida, este raro colgante simboliza la creciente seguridad de la princesa en sí misma, en sus elecciones de vestuario y joyas, en ese momento particular de su vida”, agregó Spofforth. Ahora pertenece a Kim Kardashian, aunque habrá que ver si finalmente la utiliza en público o se queda como una pieza más de su exclusiva colección privada.

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