La empresaria madrileña y fiel amante de la moda, Carmen Lomana, ha declarado en un programa de televisión que tiene un juguete sexual y que le gusta usarlo. Eso sí, no cambiaría por nada del mundo a un hombre, y ya que pide que sea muy pero que muy guapo.
A ella le gustan los machos no los juguetes. Sin embargo, esta idea que tenía ella sufrió algún que otro cambio cuando un muy buen amigo suyo le regaló un Satisfayer. Le dijo que era de los mejores del mercado y que lo disfrutara.
Cuando Lomana llegó a casa y se quitó el disfraz de diosa de la moda, sacó su juguete y lo encendió, le dio tanto miedo por cómo se movía aquello que asustada lo encerró directamente en una caja fuerte. Un cajón no era el mejor sitio para guardar aquel pene automático.
Sin embargo, tras una cena con unas amigas y tras contar la anécdota quedó sorprendida de que sus amigas también tuvieran uno siempre a la mano, pues no sabe una donde puede estar el fuego de la pasión. De nuevo, al llegar a casa Carmen Lomana lo tenía claro.
Cogió el juguete y se enfrentó a él. Al principio le dio miedo, luego una sensación extraña que nunca antes había experimentado con un trozo de plástico y más tarde un escalofrío que la dejó seca de placer. Pero insistía, ella prefiere la carne, a poder ser de la mejor calidad y belleza.