"Temo que va a morir". Ése es el duro testimonio de una persona muy cercana a Britney Spears que ha hablado con el medio estadounidense TMZ. Al parecer, la salud de la cantante habría empeorado, algo que habría hecho que sus allegados hayan tomado la decisión de hacer una intervención para salvar su vida.
El medio informa de que la cantante continúa luchando contra su condición mental y contra las adicciones. Al parecer, desde hace tiempo, Britney Spears estaría teniendo un comportamiento "errático y volátil.
El pasado año, la artista consiguió liberarse de la tutela de su padre, a quien le deseó que se ardiera en el infierno. Además, estaría tomando medicamentos que "la excitan", y habría dejado de tomar los que le ayudan a que se mantenga estable. Esto estaría haciendo que pierda los estribos con frecuencia.
Fuentes cercanas a la cantante aseguran que su gerente, con el consentimiento del marido, habría dispuesto todo para llevar a Britney a una casa alquilada y allí convencerla de que necesita ayuda. También estaba planeado que allí recibiera soporte médico y psicológico, sin embargo, algose torció y tuvieron que descartar la intervención.
Finalmente, pudieron conseguir que Spears se reuniera con un médico el pasado miércoles, una cita que "salió bien", pero que no rebaja el nivel de preocupación de su entorno y de sus seguidores.