El excéntrico y polifacético actor Johnny Depp, se ha rehecho tras el fin del mediático juicio contra su ex mujer Amber Heard. El actor de Piratas del Caribe, no ha abandonado el mundo del cine, de hecho está a la espera de rodar Modigliani, pero mientras tanto se ha alejado del foco en la campiña británica donde se dedica entre otras cosas a pintar cuadros.
El actor se ha establecido en Somerset, y en una entrevista para el Somerset Life, el protagonista de Eduardo Manostijeras confiesa que no es una persona extrovertida. "Me encantan los lugares con personalidad... Los británicos son geniales y te saludan como a un vecino, sin exagerar... Me gusta ir a sitios, ver cosas y conocer gente, pero no soy el gran extrovertido que la gente cree". "En realidad, soy una persona bastante tímida", dice. "Esa es una de las grandes cosas de Gran Bretaña y especialmente de Somerset. Puedo ser yo mismo y eso está bien".
Una nueva excentricidad
Sin embargo no siempre consigue pasar desapercibido, y si no que se lo cuenten a la tienda de antigüedades en Hemswell Cliff a la que acudió recientemente. El lugar en cuestión es el Hemswell Antique Centre, donde los trabajadores estaban avisados de la visita del actor, pero cuál fue su sorpresa cuando vieron llegar a Depp en un helicóptero que aterrizó frente al lugar.
La idea era pasar desapercibido con ese medio de transporte en lugar de otro, pero el video de su aterrizaje hizo el efecto contrario.
Johnny Depp se fijó en varios productos de la tienda, como cuadros, pósteres, jarrones o incluso artículos de música. Según el dueño del local, el actor de 59 años compró un jarrón con la forma de una calavera y, dada su pasión por la música y su amistad con el fallecido Jeff Beck, compró tres guitarras. "se sentó y tocó algunas melodías con esta guitarra, creo que por los viejos tiempos, y luego decidió comprar tres de las que había allí", contó Robert Miller a Guitar World.