Cuando parecía que ya estaba todo dicho acerca de la noticia bomba del año, parece que aún queda mucha tela que cortar. El anuncio de Ana Obregón de que había sido madre, y a la vez abuela, de Ana Sandra Lequio, con el esperma de su hijo Aless tristemente fallecido, a través del método de gestación subrogada en Estados Unidos, ha provocado ríos de tinta y maratones en televisión.
Todo el mundo ha opinado, a favor unos y en contra otros muchos. Pero cuando parecía que las aguas bajaban un poco más calmadas, se ha producido el lanzamiento del libro póstumo de Aless Lequio, titulado El chico de las Musarañas, que la propia Ana ha terminado. El libro contiene 312 páginas, 72 fueron escritas por Aless, el resto por ella, y algunas cosas que recoge han vuelto a levantar la polémica.
En el libro ella reitera que su hijo quería tener descendencia incluso después de su muerte. Según la presentadora de 68 años, estas fueron las palabras de su hijo días antes de morir: "Mamá, papá... Si me pasa algo, acordaos de la muestra que dejé en el laboratorio de Nueva York. Quiero tener hijos, aunque ya no esté. Es mi deseo…Prometedme que lo vais a hacer…Por favor. "
Nuevos ataques
El presentador Jorge Javier Vázquez, tras escuchar las palabras de Lequio en su programa, que le gustan los niños, pero los suyos, ha dicho que "Da la impresión de que a Lequio le han endosado un nieto. Tal y como se está desarrollando todo...".
Por otro lado Susanna Griso también ha comentado que la niña "no tendrá problemas económicos, otro es la salud mental de una madre que reconoce ahora que esta niña ha sido un asidero". Y es que la Obregón ha reconocido en el libro que estuvo a punto de suicidarse tirándose por un balcón tras la muerte de su hijo, y ahora se ha agarrado a Ana Sandra como tabla de salvación.