El cantante Freddie Mercury tuvo una vida bastante intensa en cuanto a relaciones amorosas se refiere. De hecho, amó a una mujer, tuvo un amante que lo traicionó y un novio que estuvo con él hasta el final de sus días. De este último nos centraremos en esta entrada y tiene nombres y apellidos: Jim Hutton.
Todo empezó una noche cualquiera de 1984. Jim Hutton se encontraba bebiendo una copa en un club de Londres. Su novio va al baño y se le acerca un hombre de jean, chaleco blanco y bigote tupido que lo invita a tomar una copa. Jim lo nota poco atractivo, lejos de su tipo, y lo rechaza amablemente, pero el hombre insiste y le pregunta en qué anda. “Será mejor que se lo preguntes a mi novio”. Era irlandés y trabajaba como peluquero. Seis meses después, otro encuentro casual, esta vez en un restaurante. “A que no sabes quién está sentado detrás de ti… ¡Freddie Mercury!”. La reacción de Hutton, otra vez, de indiferencia.
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A pesar de que el cortador de pelos no mostrase en un principio interés alguno, todo cambió año y medio después. Volvieron a coincidir y en esta ocasión sí aceptó la proposición para ir a cenar. En 1986 se casaron informalmente y pusieron rumbo a Japón como luna de miel.
Lo acompañó hasta el final de sus días
La historia de amor de ambos es perfecta, puesto que Jimm Hutton estuvo con él hasta el final, a pesar de que el cantante tenía los días contados. Pocas demostraciones de amor más bonitas vas a leer hoy, y es que Freddie Mercury necesitaba a alguien así a su lado, puesto que había sufrido mucho en el amor.
El solista de 'Queen' había sufrido en exceso y a lo largo de toda su vida fue víctima de muchos desengaños amorosos.