Julio Iglesias de la cueva, nació en Madrid en 1943, y el próximo mes de septiembre cumplirá 80 años. Julio se ha convertido en uno de los cantantes españoles más famosos y exitosos de todos los tiempos. Con una carrera que se ha extendido por más de cinco décadas, donde ha vendido más de 300 millones de discos en todo el mundo y ha sido reconocido con numerosos premios y honores.
Su pasado merengue
Sin embargo no todo el mundo sabe que la historia bien pudo ser muy distinta para él. Y es que el artista internacional español más conocido de todos los tiempos, estuvo a punto de ser nada más y nada menos que futbolista profesional. El cantante llegó a ser portero del Real Madrid C.F., incluso llegó a debutar con el primer equipo aunque sólo llegó hasta el juvenil de la cantera merengue.
Su sueño de ser portero del primer equipo se truncó el sábado 22 de septiembre de 1962, el mismo día que cumplía 20 años, a consecuencia de un fatídico accidente de tráfico. Ese fatídico día, Julio estaba festejando su vigésimo cumpleaños con un grupo de amigos cuando el coche en el que circulaban impactó contra unos arbustos en la zona norte de la capital, en Majadahonda, Madrid. El por entonces futbolista merengue perdió la conciencia, y cuando la recuperó en el Hospital Eloy Gonzalo las noticias no pudieron ser peores: el parte médico inicial decía que no volvería a caminar.
Quedó casi paralítico durante un año y medio. Tal fue la gravedad del accidente que sus lesiones en la espalda le dejaron secuelas de por vida. Sin embargo no se rindió y a base de esfuerzo logró obrar el milagro de poder volver a caminar, aunque tuvo que dejar su carrera en el fútbol.
Lo curioso es que en el mismo hospital, de una desgracia surgió una nueva carrera que le llevaría a ser reconocido mundialmente. Un enfermero le proporcionó una guitarra y en la cama del hospital compuso La vida sigue igual, uno de sus temas más legendarios de su repertorio, inspirado en su vida en el centro médico y en cómo los enfermos iban y venían. Lo demás ya es historia.