Para alguien que vende su vida a base de exclusivas, tener una buena popularidad entre la gente es fundamental para mantener su status. Sin embargo, cualquier mínima decisión o comentario puede hacerte caer en picado en las encuestas de popularidad. Al parecer, esto es lo que le ha sucedido a Isabel Preysler.
La reina del papel couché la perdido muchas cotas de popularidad en los últimos meses, sobre todo a raíz de su ruptura con el premio Nobel Mario Vargas Llosa y de su relación con la familia Boyer. Esta caída ha sido recogida por un estudio llevado a cabo por Personality Media, una empresa especializada en consultoría de marketing especializada en el análisis de la imagen de personajes públicos y celebridades. La madre de Tamara Falcó, si bien es conocida por el 94% de la población, sólo recibe una valoración de un 4,8% en los ránkings de popularidad.
Los motivos
Una de las principales causas ha sido la gestión pública de la ruptura con Vargas Llosa. El cruce de acusaciones entre ambos con la sombra de una infidelidad por parte del escritor, mantuvo la balanza del lado de la filipina, con el as bajo la manga de la carta que recibió en 2015 de la ex mujer de Mario, Patricia Llosa, en donde le advertía del carácter infiel del escritor. Todo eso, se le volvió en contra, cuando Mario, Patricia y sus hijos volvían a aparecer como una familia de nuevo, lo que la dejaba “como la mala del cuento”.
Otro de los frentes que han mermado la popularidad de la madre de Tamara, han sido las declaraciones de Ana Boyer en una entrevista que apareció tras su muerte, donde califica a Isabel de hiperposesiva, fría y calculadora, y la acusa de haberla apartado a ella y a su hermano de su progenitor, lo que ha vuelto a sacar a la luz la difícil relación entre Isabel Preysler y los hijos de Miguel Boyer.
Y por último está la gestión pública que ha tenido sobre la relación de su hija Tamara con Íñigo Onieva. Ya desde el primer momento no le gustó el empresario y así se lo hizo saber a su hija, que corrió a refugiarse en sus brazos tras la infidelidad de éste. Pero cuando Tamara le perdonó, Isabel no ha sabido estar a la altura como suegra, al menos por el momento. Además, a todo esto se le une la inexistente relación que tiene con su consuegra Carolina Molas. Sin duda ahora es su hija, la marquesa de Griñón, quien acapara las portadas por su inminente boda, por lo que habrá que esperar a ver si Isabel consigue recuperar su popularidad como siempre ha hecho.