Madonna cuando tiene se no coge un vaso y se acerca al fregadero para llenarlo. Ella ya no bebe agua del grifo y es que desde hace algún tiempo viene tomando un agua rejuvenecedora con poderes irracionales que evidentemente no han sido probados.
Solo consume agua embotellada y bendecida por la doctrina religiosa que practica desde hace años: la Kabbalah. Según la misma, este agua tiene propiedades capaces de ralentizar el envejecimiento y de curar algunas enfermedades graves como el cáncer (algo que no está científicamente probado).
Pero esta locura de Madonna no solo está en el agua que se mete en el body vía bucal sino que hasta la calefacción de su casa también funciona con esta costosísima agua. Se calcula que ha podido invertir unos unos 10.000 dólares mensuales para este fin.
También se cuenta que habría invertido más de 2,5 millones de dólares para promover la fe en la Kabbalah, algo que muchos que forman parte de estas premisas lamentan pues creen que su inclusión desvirtúa esta forma de la fe.
Con todo, parece que Madonna al igual que también hacen otros famosos, tiene la receta mágica de la eterna juventud, pero pasa que también de vez en cuando pasa por un centro donde con bótox y alguna cirugía la bendicen con juventud.