Amara Maple, conocida en el mundo de la pornografía como Lana Rhoades, nunca ha escondido que desde muy joven siempre quiso un estilo de vida como el que parecían llevar las famosas chicas asociadas a la revista PlayBoy. Y lo consiguió muy pronto aunque con escenas más sexuales que las idílicas que reflejan la revista estadounidense. Ahora ya no cree en esa concepción que tenía cuando era adolescente.
Es más la joven declaraba hace poco: "No creo que sea bueno para nadie. Deberían hacerlo ilegal". Y es que está muy arrepentida de todo lo que hizo hace uno años, aunque ya no puede volver hacia atrás. "Es como un espectáculo de circo. Como intérprete, cuando lo hacía, era como ‘¿Qué cara puedo poner?’, ‘¿Qué sonido puedo hacer?’, ‘¿Qué puedo hacer en esta película para que sea la mejor?", explicaba la joven de 26 años.
Pero no solo hablaba mal sobre las películas sino sobre lo que rodea a ellas, un mundo muy oscuro del que a veces se hace casi imposibe salir por unas cosas o por otras. Señala la joven que también es una industria que estaba "infestada de drogas y abuso de alcohol". "No me gusta tener sexo... Nunca me enrollo con la gente, no encuentro a la gente atractiva y siempre he sido así. No es que haya habido un cambio después de hacer porno", remataba la joven.