Gonzalo Julián Conde, nacido el 29 de agosto de 1998 en Ramos Mejía, Argentina, no es conocido así por el gran público. Este productor musical se ha hecho de oro con sus sesiones con cantantes famosos, pero sobre todo, con la que llevó a cabo con la cantante colombiana, Shakira. Si le llamamos Bizarrap, seguro que ya todos sabrán quién es el hombre del momento en la industria musical.
Bizarrap ha batido récords con sus sesiones, especialmente con la que hizo con Shakira
Se hizo famoso con sus BZRP Music Sessions y BZRP Freestyle Sessions, en las que colabora con otros artistas. Todo lo que toca lo está convirtiendo en oro, Quevedo sabe de lo que estamos hablando, su ‘Quédate’ alcanzó el número uno mundial con el toque preciso del productor argentino.
Sus inicios en el mundo de la música se remontan a 2017. Empezó subiendo a YouTube ediciones de batallas freestyle argentinas mezcladas con sus propias ediciones y remezclas. Esto le hizo ir ganando popularidad en la escena local y lo llevó a trabajar con productores de ámbito nacional.
Su consagración definitiva tuvo lugar con la sesión que grabó con Shakira. Un tema cuya letra es un ataque directo de la colombiana a su ex Gerard Piqué y a la nueva novia de éste, Clara Chía. En 24 horas se convirtió en un fenómeno mundial, que a día de hoy tiene 555 millones de reproducciones en Youtube.
Su fortuna se estima entre 40 o 50 millones de dólares en este momento
Se estima que las ganancias para Bizarrap en esta colaboración fueron de 30 millones de dólares, y que su fortuna actual puede rondar los 40 o 50 millones.
Cuenta en su canal de Youtube con 20 millones de suscriptores. En ella comparte las famosas sesiones con artistas como Shakira, Quevedo, Nicki Nicole y Snow The Product. La última que ha hecho ha sido con el cantante ‘Peso Pluma’, con la que han batido el récord de reproducciones para un artista mexicano.
Bizarrap siempre lleva unas llamativas gafas de sol. El motivo que lo llevó a usar gorra y dichas gafas, fue que se dio cuenta que en las batallas de gallos sin ellas, pasaba desapercibido.