En el reciente juicio de Johnny Depp contra Amber Heard, pudimos escuchar de voz de los propios protagonistas, la historia de la infancia y adolescencia de la estrella de Hollywood. Salió a la luz el documento de divorcio de los padres de Depp, allí se reveló que fue abandonado cuando era un adolescente. A los 15 años ya había emprendido una nueva vida lejos del hogar.
La madre de Depp murió en 2016 y en una entrevista dijo que su padre estaba bastante ausente y que su madre les crió a él y a sus tres hermanos, pero que "su infancia fue infeliz". Johnny reveló que la primera vez que consumió algún tipo de droga fue a los 11 años y fueron "píldoras nerviosas de su madre". Y el día de su funeral dijo; "Fue quizás el ser humano más malo que he conocido en mi vida".
Icono noventero
Johnny Depp creció y fue salvado por la música, su verdadero escape y quien le abrió la puerta a la actuación. Estuvo un tiempo viviendo en un coche hasta que comenzó a vivir con su amigo Nicolas Cage, quien le dijo que podía ser actor y le recomendó su primera audición. De ese casting salió con un contrato bajo el brazo para interpretar a uno de los adolescentes asesinados por el legendario «Freddy Krueger”. A partir de ahí su carrera no dejaría de crecer.
El actor se convirtió en una leyenda del cine al interpretar a algunos de los personajes más icónicos de la gran pantalla, como Ed Wood, Cry Baby, Eduardo Manostijeras, Gilbert Grape, Roux en “Chocolat”, entre otros. Igualmente se convirtió en todo un icono noventero, marcó el estilo de la década cargado de nostalgia y que tomaba inspiración del movimiento grunge que también tenían personajes como Kurt Cobain y River Phoenix.
En los 90, Johnny Depp era el “bad boy” favorito de Hollywood, sabía actuar, tenía mucho carisma y una habilidad camaleónica natural para transformarse, físicamente, en cualquier personaje como si fuera lo más fácil del mundo y, fuera de la pantalla, tenía un estilo que inspiraba, atraía y era imposible de resistir, Kate Moss, Winona Ryder, Vanessa Paradis o Amber Head, pueden atestiguarlo. Era un hombre que no seguía tendencias, marchaba al ritmo de su propio sonido y tenía una clara preferencia por los looks peculiares. Todo un icono que se mantiene hoy en día a sus 59 años.