Ana María Aldón se niega a reconocer su edad, al menos, en lo que refiere a su apariencia. Cada vez enfrentarse a la cirugía o a algún arreglito es más económico y accesible y parece que la tendencia al bótox y al bisturí están en boga.
Y es que no a todo el mundo le sienta la fama de la misma manera. Hace tan solo una década, Aldón era una desconocida, se dedicaba al mundo de la fruta y la verdura, pero su vida dio un giro radical al conocer a Ortega Cano. Esto le dio popularidad y cambió de personaje.
Pasó por Supervivientes y desde entonces ya no es la misma, ahora todo parece girar en su vida entorno a la televisión, de ahí esta curiosa batalla que ha revelado contra los síntomas de la edad. La separación de Ortega no parece haberle cambiado este afán de juventud.
Ella misma ha sido la que a través de redes sociales ha explicado sus últimos cambios. Efecto contouring con puntos estratégicos de lifting y diseño de labios personalizado, eso ha sido lo último a lo que se ha sometido.
Eso sí, muchos apuntan a que ha empezado demasiado pronto, pues aún es joven, tiene 45 años aunque tras estas modificaciones tendrá que ir pasando revista cada dos por tres si no quiere mostrar el efecto contrario.