¿Dónde vivió Marilyn Monroe toda su vida?

La ambición rubia, Marilyn Monroe, nunca pudo llamar “hogar” a ninguna de las casas que habitó

B.J.
01 de Febrero de 2023
Marilyn Monroe

La película Blonde, interpretada por la actriz hispanocubana, Ana de Armas, intenta mostrar la complejidad del personaje de Marilyn Monroe. La ambición rubia era una creación de la actriz Norma Jean, una mujer que afirmaba que: “Marilyn Monroe solo existía en la pantalla”. Ese personaje fagocitó a su creadora, pero la convirtió en un icono planetario y en una de las estrellas indiscutibles de Hollywood.

Norma Jeane Mortenson, nació en 1926 y  tuvo una caótica infancia con su madre Gladys, quien sufría de una enfermedad mental, su anhelo de toda la vida por su padre ausente y los terribles castings que sufrió. Lo cierto es que Marilyn nunca conoció un verdadero hogar, ya que vivió en más de 40 lugares a lo largo de su vida.

Detalles de la última casa de Marilyn Monroe

 

Algunos de los lugares que habitó

Siendo bebé su madre la dejó al cuidado de Albert e Ida Bolender, unos amigos que vivían a las afueras de Los Ángeles, en Hawthorne, con los que tuvo un hogar verdadero hasta los 7 años. Pero regresó su madre y se la llevó de casa en casa por toda California, a veces con ella y otras con su amiga Grace McKee, pasando por orfanatos y familias de acogida. En 1942, para evitar otro internado se casó con James Dougherty, pero éste pronto se fue a luchar en la Segunda Guerra Mundial. Norma se quedó con su suegra y entró a trabajar en la fábrica, la Radioplane Company en Burbank, donde le harían una foto que le cambió la vida y le abrió las puertas de Hollywood.

Entre 1951 y 1952 la actriz vivía en el 882 North Doheny Drive, esquina con Cynthia Street, en Hollywood, y allí empezó su relación con Joe DiMaggio, luego al casarse se mudaron a una casa Tudor en el 508 North Palm Drive de Beverly Hills, que duró tan poco como el matrimonio. Luego se mudaría a Nueva York  a un ático en el piso 27 de las Waldorf Tower, donde conocería a su tercer marido Arthur Miller. Tras una corta etapa en la campiña inglesa, donde tuvo su primer aborto, y donde empezó a tomar los somníferos, los ansiolíticos y el alcohol, volvieron a vivir de alquiler en Nueva York. Pero tampoco le convenció y por primera vez compró con Miller una propiedad compartida, una casa en Connecticut, en el campo.

Tras un empeoramiento de su salud física y mental tras nuevos abortos y el fracaso de su matrimonio, se mudó de nuevo a California donde vivió fundamentalmente en hoteles hasta que encontró una mansión de estilo colonial español en Brentwood, en el oeste de Los Ángeles, en el 12305 Fifth Helena Drive. La preciosa casa de una sola planta con muros blancos y madera, sencilla y a la vez acogedora, la ayudó a recomponerse una vez más. Por desgracia fue allí donde murió en agosto de 1962 en circunstancias nunca del todo aclaradas.

 

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