El dineral que se llegó a gastar Omar Montes en una cárcel: fue una estafa

El cantante de Pan Bendito, Omar Montes pagó un dineral por un videoclip en una cárcel

07 de Diciembre de 2022
Omar Montes

El plató de ‘El Hormiguero’ recibió la visita del cantante Omar Montes. El artista se entrevistó con Pablo Motos para promocionar su segundo álbum de estudio, titulado ‘Quejíos de un maleante’, a la venta desde el pasado 24 de noviembre. Este disco es su primer trabajo con raíz flamenca y lo integran un total de 15 canciones.

Un disco que ha grabado también en Estados Unidos: “Gran parte del disco, casi la mitad, lo hice en Atlanta. Fueron seis meses y medio en Atlanta con productores también americanos que le dieron una vuelta al flamenco. No solo es flamenco de la vieja escuela. Hay una vuelta al flamenco muy americana”, ha comenzado explicando.

Omar Montes fragmento videoclip

 

Alquiló una cárcel a tocateja

Entonces, Pablo Motos le preguntó por el videoclip de su tema ‘Patio de la cárcel’ y si era cierto que había alquilado una cárcel de Miami para grabarlo. «La prueba es que el videoclip estaba hecho allí», respondía. «Estaba preocupado de no olvidarme de la letra y de que no me matasen porque fíjate qué caritas de buenos tenían. Eran malos de verdad. Estaban allí por trapicheos y de todo… No quise preguntar por qué estaban allí porque no quise ser indiscreto».

Incluso ha contado cómo negoció con el responsable de la prisión para negociar el alquiler del centro penitenciario: «Cuando concerté la cita fui sin dormir, porque fui con el jet lag. Le dije: ‘Hello, Sir. How much cost? Can I see?». Haciendo gala de su inglés, el cantante ha revelado cómo hizo el pago: «Hice así de la Gucci. Tenía un dinero… Se lo guardó. Le dije ‘You are my friend’ y le di la mano. Yo llevaba 130 o 140 mil dólares. Estuve un rato contándolo y luego lo estuvo contando él. Doble pérdida de tiempo. No se fiaba”.

«Me dieron como tres o cuatro horas para grabar el vídeo», continuaba. Yo les dije: «I’m recording the video very quickly’. Lo empezamos a grabar con todos los presos. Al principio me miraban como un poquito tensos porque dijeron: ‘A ver este tío quién es que viene aquí a grabar y tenemos que estar encima poniendo buena cara… Les dijeron que soy un chaval de Madrid buena gente, muy humilde. Me los presentaron y me respetaron. Es una de la cárcel más fuertes de Miami… ¡Es uno de los mejores videoclips que tengo… y de los más caros! Nunca me había gastado tanto en un videoclip. Me estafaron”.

 

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