La estrella de los Cuatro Fantásticos, Jessica Alba de 41 años, comenzó a actuar cuando tan solo tenía 13 años y consiguió su gran papel como Max Guevara en Dark Angel de Fox a la edad de diecinueve años. Sin embargo acaba de reconocer que no todo fue un camino de rosas dentro de la industria de Hollywood.
Su confesión más dura
La actriz ha concedido una entrevista con HBO Max y CNN's 'Who's Talking to Chris Wallace?', donde se ha sincerado reconociendo que en ocasiones se había sentido sexualizada durante su carrera. Al principio, Jessica Alba interpretó varios papeles en donde se resaltaba su sensualidad, como en ‘Never Been Kissed’ y ‘Sin City’, por lo que durante su aparición en el programa fue cuestionada sobre cómo fue cosificada como símbolo sexual y ella explicó cómo asimiló eso y cómo se había protegido de los depredadores sexuales que hay en Hollywood.
“Supongo que entendí que tenía que ayudar a vender el producto. Lo venden como lo hacen, así que lo entendí como una decisión empresarial y una estrategia. Y así pude distanciarme de ello. Pero supongo que no puedes cambiar la opinión de los demás sobre lo que pueden o no pensar de ti. No creo que haya nada malo en ser dueño de tu sexualidad. Yo francamente no era esa persona. Estaba muy nerviosa por todo eso, y me sentía bastante incómoda en mi propia piel”.
Para protegerse la actriz decidió adoptar una imagen más masculina, “Sentí que tenía que ponerme esta armadura de masculinidad y energía masculina para no ser, ya sabes, presa, porque había muchos depredadores en Hollywood desde los 12 hasta los 26 años”, explicó. “Yo era una guerrera. Desprendía esa energía. Era muy dura, tío. Maldecía como un marinero y era muy... Creo que intentaba estar lo menos disponible posible para que no se aprovecharan de mí”, reconocía.
La actriz cree que fue después de convertirse en madre cuando comenzó a sentirse cómoda con su propia feminidad. "No fue hasta que me convertí en mamá que realmente comencé a verme a mí misma como una mujer o un ser sexual o alguien que poseía su poder y su feminidad. En ese momento, sentí que tenía que ponerme esta armadura de masculinidad y energía masculina para que, ya sabes, no me aprovecharan", explicó Alba.