Sydney Sweeney es una actriz muy popular. Alcanzó la fama gracias a sus papeles de Cassie Howard en la serie de HBO Euphoria, de Emaline Addario producida por Netflix Everything Sucks y de Eden Spencer en la fruto de Hulu The Handmaid's Tale.
Físicamente es espectacular. De hecho, llama mucho la atención nada más verla. Sin embargo, en una entrevista concedida para la 'revista GQ' ha desvelado una serie de actividades que realizaba para que su cuerpo no la definiera.
En esta pieza periodística reconoce que su infancia fue feliz. De tal modo, que considera que tiene buenos recuerdos de ella, debido a que se la pasó al más estilo americano, bañándose en ríos y haciendo senderismo. No obstante, con el paso de los años toda su vida cambió.
La adolescencia de Sydney Sweeney
En la adolescencia padeció el horrible acné que se convierte en la pesadilla de muchos jóvenes. Por ese motivo, recurrió a extenderse toda la cara con pasta de diente, lo cual lejos de solucionarle los problemas le provocó una gran cantidad de sarpullidos horribles.
Asimismo, recuerda que tenía pecho mucho antes que otras chicas y se sentía excluida por ello. “Me daba vergüenza y no me gustaba cambiarme en los vestuarios comunes", por lo que llegó a no gustarle su físico: "Creo que me labré una fama de persona rara por culpa de mi cuerpo". Asimismo, resalta que hacía muchas actividades para sentirse realizada como persona: "practicaba todos los deportes posibles y estudiaba mucho, para que la gente no se esperaba de mí para demostrar que mi cuerpo no me definía”.