Gisele Bündchen y Tom Brady, una de las parejas más guapas de la nueva era parecen haber dejado muchos inmuebles en el aire. De ahí que Tom no haya tenido que mudarse de hogar tras la separación.
El jugador de fútbol americano vive en la casa que reformaron en 2020 y que pretendía la casa donde iban a pasar el resto de sus días. Sin embargo, tras acabarse el amor, había que buscar otras opciones.
Quien decidió marcharse fue la modelo quien compró una casa muy cercana a la mencionada. Está también en Miami, en el mismo barrio de lujo aunque en la orilla de enfrente, apenas a diez minutos en barca de la de Brady.
La casa del deportista es un auténtico espectáculo y está hecha a medida de una familia, no de un soltero. La propiedad tiene un valor de 17 millones de dólares, claro que todavía no se ha rematado la construcción y tras el divorcio podrían tomar la decisión de venderla.
Y es que Brady parecía convencido de que su vida estaría ahí para siempre, pero en cosas del amor nunca se sabe. Una de las cosas que motivó el comprar esta vivienda era la seguridad que aportaba el barrio. También porque parece estar situada en mitad del paraíso.