Andrew Garfield es famoso en el mundo entero por haber participado en películas de renombre a lo largo de su carrera como actor e intérprete. Los papeles a los que ha sido sometido le han llevado a hacer cosas por las que mucha gente no estaría dispuesta. Pero si tu papel en este mundo por vocación es el de enfrentarte a personajes y darles vida a través de la gran pantalla tienes que asumir cosas como una gran sequía sexual.
Fue lo que le ocurrió a Garfield con la película Silence en la que hace de un sacerdote jesuita que inicia una travesía llena de aventuras y penas. Y es que la profesionalidad de Garfield es tal que se prepara los personajes que interpreta como lo hacen pocos en el mundillo del cine. No solo hay que aprenderse un papel, un guión, sino que hay que entrar en la piel del personaje para que al ver la película parezca todo lo que se pretende.
De ahí que tuviera grandes periodos sin mantener sexo, tal y como haría un sacerdote jesuita. Y esto le llevo a periodos de seis meses sin nada de sexo, cosa que muchos actores no podrían soportar, más aún en un mundo como el de los actores donde el juego de faldas es más que una frase hecha. No solo estuvo sin practicar sexo sino que también practico el ayuno, lo que le llevó a perder algo de peso. Todo para hacer un papel espectacular.