No se habla prácticamente de otra cosa en toda España y también ha sido portada en el resto del mundo. El anuncio el pasado 20 de marzo de Ana Obregón de que había sido madre a sus 68 años por el método de gestación subrogada, fue toda una bomba, pero aún lo fue más grande cuando se descubrió que en realidad no era su hija sino su nieta, Ana Sandra Lequio.
Hace unos días, la apropia Ana compartía una emotiva carta dedicada a su hijo Aless: "Te juré que te salvaría del cáncer y te fallé. Te prometí que traería a tu hija al mundo y aquí la tengo entre mis brazos. Cuando la abrazo siento una emoción indescriptible, porque es como si volviera abrazarte otra vez. Te juro que la cuidaré con el amor infinito que tengo para dar y tú desde el cielo me ayudarás".
Sin duda la noticia ha hecho correr ríos de tinta y llenar horas de los programas del corazón con opiniones a favor y en contra de la decisión. Como por ejemplo, Kiko Matamoros en Viernes Deluxe, ha tachado a la presentadora de egocéntrica y de narcisista de manual, "¿Está en condiciones mentales de hacerse cargo de un bebé? Hace 15 días quería irse de este mundo y ahora resulta que está fenomenal", e incluso ha ido más allá, "¿hay algo más tétrico? Ha dicho que no ha tenido valor para entrar en la habitación de su hijo, pero ahora elige la habitación de su hijo para que sea el ángel que cuide de la niña".
Así vive en Miami
Lo cierto es que por los problemas legales que aún no permiten inscribir a la pequeña en nuestro país, ambas, la abuela/madre y la nieta/hija se encuentran viviendo en un búnquer en Miami alejadas de los focos. Se trata de un lujoso piso ubicado en South Beach. Un penthouse (ático) en la planta número 19 del edificio que tiene poco más de 100 metros cuadrados y que solamente cuenta con dos habitaciones, por el que estaría pagando 9.000 dólares al mes hasta el próximo 16 de junio, de momento.
Un ático con impresionante vistas al mar de Miami Beach. Bastante diáfano y con grandes ventanales, con las paredes y muebles en color blanco. La cocina y el comedor se encuentran unidos. Y con un salón donde los espejos de las paredes le dan amplitud visual y además ocultan la entrada al dormitorio.