La foto que ha circulado estos días del Presidente del F.C. Barcelona en Qatar, abrazando a un jeque de la familia Al-Thani, ha levantado muchas especulaciones acerca de la situación financiera del Barça.
En diversos medios se hicieron eco de una noticia que aseguraba que la junta directiva presidida por Joan Laporta, estaría estudiando vender a un inversor externo hasta un 49% de la propiedad del club, dejando la mayoría aún en manos de los socios. Una medida, cuando menos muy sorprendente. Según algunos, es una maniobra inteligente imitando el modelo mixto del Bayern de Munich, según otros, es otra muestra más de la nefasta gestión de Laporta que está vendiendo el club a trozos.
Críticas a la gestión de Laporta
Un ex candidato a la presidencia, Víctor Font ha declarado en una entrevista a la SER, “Económicamente el club está peor que hace dos años y medio. Se han acumulado casi 1.000 millones de pérdidas en el negocio ordinario: casi 500 millones en el primero, compartido con la junta anterior; 169 millones el año pasado, quitando las palancas; y este ejercicio lo cerraremos con otros 250 millones de pérdidas. Esto es insostenible”, relató.
Laporta y su junta, acusados de falta de transparencia, quedarán también como los que no consiguieron retener a Leo Messi, lo que era una promesa electoral, y luego más tarde, lo que no pudieron convencerlo para volver, a pesar de vender siempre lo contrario a la opinión pública. No sólo eso, este mandato ha sido siempre una huida hacia adelante con interés cortoplacista, como demostraron las famosas palancas, que en vez de ir destinadas a reducir deuda, se fueron en dudosos fichajes como Ferrán Torres o Raphinha.
La megalodónica financiación del Espai Barça, cuando había un proyecto anterior mucho más barato y que incluía el Palau. Los recortes en las secciones, seña de identidad de “més que un club”, con casos como el de Mirotic en la sección de baloncesto, o los de balonmano. El cierre de Barça TV, la gestión del caso Negreira… No sería de extrañar que la situación reventara en algún momento, sin descartar la figura de la S.A.