Conor McGregor ha estado siempre rodeado de polémica, le gusta vivir al límite y muchas veces se pasa de la raya. En esta ocasión el luchador ha sido acusado por una mujer de violación. Los hechos habrían ocurrido dentro del baño de caballeros del Kaseya Center de Miami, la noche del cuarto partido de la final de la NBA entre los Denver Nuggets y los Miami Heat.
Conor McGregor acusado de violación en el Kaseya Center de Miami el día del cuarto partido de la final de la NBA
El luchador ha negado las acusaciones a través de sus abogados. Los hechos narrados por el abogado de la demandante en la denuncia son duros. La seguridad de la NBA y del propio pabellón de los Heat separaron a la mujer de la amiga con la que había acudido a ver el partido. A continuación, “la obligaron a entrar en un baño en el que McGregor y su guardia de seguridad ya estaban” previamente.
“La seguridad se negó a dejar que la mujer saliera o a permitir que alguien más entrase al baño”, reza la denuncia. Dentro de la estancia, “metió la lengua en la boca de la víctima y la besó agresivamente”, para, posteriormente, obligarla a hacer sexo oral e intentar penetrarla.
La chica consiguió huir tras propinar varios codazos a McGregor, aunque en su huida se dejó el bolso dentro del baño, que con posterioridad pudo recuperar. Más tarde, fuera ya del pabellón, denunció los hechos a las autoridades locales.
La parte demandante muestra su voluntad de llegar a un acuerdo previo que evite el juicio
El abogado de la presunta víctima ha afirmado que su cliente prefiere llegar a un acuerdo entre las partes a que se celebre un juicio.
Pero no fue el único altercado en el que se vio involucrado el luchador irlandés, ya que la mascota de los Heat acabó en el hospital tras recibir dos puñetazos. “Las acusaciones son falsas y el señor McGregor no se dejará intimidad” afirmaron sus abogados.
Otro lío más que salpica al luchador, que tendrá que resolverse en los juzgados. La voluntad de la parte demandante es llegar a un acuerdo previo, por lo que el irlandés puede no tener que llegar a juicio.